Llega la manida y a la vez agradecida reflexión sobre el amor y el desamor, sobre el deseo y la inspiración, sobre la emoción y la razón... al final, sobre el maravilloso mundo de las relaciones personales.
En este punto me pregunto... ¿QuÃmica o fÃsica?
Pues ni la una ni la otra,
ni la una SIN la otra...
Defino "quÃmica" como una reacción inesperada, como un cosquilleo que te recorre el cuerpo, como una sonrisa incontrolada, que no es habitual ni tampoco mecanizada. Y, desde una perspectiva más cientÃfica, como aquel proceso en el que una bacteria primitiva "lanza sus señales" (como dice E. Punset) para atraer a otras y acabar fundiéndose en ellas.
Defino "fÃsica" como aquellos argumentos racionales que confirman y dan sentido a tus actos. En definitiva, como aquel mecanismo consciente a través del cual nos hacemos responsables de nuestras selecciones y elecciones.
De la quÃmica hemos nacido...
De la fÃsica sobrevivido...
De la quÃmica extraemos la capacidad más imaginativa de nuestra vivencia. La elevamos a alturas impensables, la dotamos de los ingredientes más personales. DirÃa que la quÃmica recupera todos nuestros recuerdos, anhelos, deseos y experiencias y los conjuga a su placer para obtener el resultado más atractivo.
Con la fÃsica recuperamos la razón para sazonar la historia que estamos viviendo, llamamos a la cordura que se desprende de los niveles terrenales y nos situamos en un plano más real, donde, por otro lado, pasamos la mayor parte de nuestro tiempo.
Agradezco a la quÃmica que me mantenga viva y sea la responsable de algunos de los momentos de felicidad más intensos.
Agradezco
a la fÃsica haberme dado herramientas para levantarme de alguna
caÃda, para sortear un nuevo obstáculo y evitar tropezar dos veces en la
misma piedra.
Somos un manojo de células andantes en busca de nuevas descargas quÃmicas, sÃ,
pero también un centro neuronal de recuerdos y experiencias procesables conscientemente.
Asà que, en mi humilde opinión:
la una SIN la otra,
por favor!
;-)
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